respiración


respiración.



Los aspectos técnicos en un Grupo Musical Parroquial, sea del estilo que sea, en
ocasiones mejor son dejados de lado por considerarlos poco importantes o por no tener
las bases para poderlos desarrollar. Cualquiera que sea la razón es necesario tomar en
cuenta que si nuestro trabajo es hacer que la gente participe de la liturgia cantando,
esto se va a lograr, en la medida en que nosotros lo hagamos mejor. La importancia de
la Celebración Eucarística amerita que nuestro servicio lo hagamos lo más dignamente
posible, mejorando cada día más y esforzándonos por ello.
Para lograr trabajar bien es indispensable que haya DISCIPLINA en el grupo. La
constancia en los ensayos, el prepararlos previamente, el respeto por los momentos del
ensayo harán que cada día se vaya mejorando.
No es conveniente que un ensayo se haga con 10 personas, el siguiente sea con 6 y el
siguiente con 15. La constancia para asistir a los ensayos es fundamental.
Es posible que ésta inconstancia sea porque el ensayo se improvisa. Esto tampoco
debe ser, por lo menos se deben de revisar las lecturas de la próxima celebración para
no llegar al ensayo para improvisar qué se va a cantar. Para poder preparar un canto
complejo son necesarias varias sesiones; por lo que una semana no servirá de mucho y
poco a poco iremos encajonándonos en los mismos cantos.
El respeto por los momentos del ensayo son los que permitirán avanzar en cada canto.
Cuando se esté conviviendo o jugando, éste será el momento para relajarse, divertirse y
convivir. Cuando se esté orando deberemos poner en ello toda nuestra mente y nuestro
corazón; y cuando se esté ensayando deberemos de obedecer a las indicaciones que
se nos dan. Si se está trabajando con las voces graves, los demás deberán guardar
silencio. "La música se trabaja en silencio" y se aprende más oyendo.
Se debe aprender a respirar y a vocalizar y una vez que sepamos, así debemos
comenzar cada ensayo, con ejercicios de respiración y vocalizando.
LA RESPIRACIÓN
La respiración es un proceso que se realiza constantemente, está implícito en la vida
del ser humano; sin embargo, la mayoría de la gente no sabe respirar aprovechando al
máximo su capacidad. Para hacer uso de esta capacidad en el momento de emitir la
voz debemos de aprender algunas cosas.
El lugar en donde se almacena todo el aire que inhalamos son los pulmones. Estos son
dos "bolsas" que van desde los hombros y hasta nuestro estómago por nuestra
espalda.
La  parte alta de los pulmones es la que normalmente utilizamos debido a que es la
parte que tiene más espacio para expanderse. La parte baja de nuestros pulmones es
la que debemos aprender a utilizar. Es como normalmente se llenaría una jarra con agua, primero utilizando la parte baja y
así hasta el borde. 
Cuando lo hagamos correctamente sentiremos como si nuestro estómago se inflara. En
realidad lo que estará sucediendo es que al ir llenando la parte baja de nuestros
pulmones, estos "avientan" al estómago hacia adelante.
Hagamos estos ejercicios hasta que se nos haga costumbre y nuestro cuerpo se
acople. Al principio puede doler un poco la cabeza pero será solo al principio. Estos
ejercicios se deben hacer estando relajados, parados derechos y con las piernas un
poco separadas. Si al hacerlos subimos los hombros, es indicativo de que lo estamos
haciendo mal.
Si inhalamos de forma pausada y empezamos a llenar los pulmones a partir de la parte
baja, sentiremos como nuestros pulmones van aventando el estómago,  cuando se
vaya llenando la parte alta de los pulmones terminaremos exhalando todo el aire de
manera rápida.
Ahora controlemos la exhalación. Debe ser de forma constante y no más fuerte al
principio y débil al final. El ejercicio que podemos hacer, para observar si lo hacemos
bien, es colocar la palma de nuestra mano derecha frente a nosotros con nuestro brazo
estirado, sacar el aire según la explicación anterior y finalmente exhalar sintiendo en
nuestra palma una velocidad de aire constante.
Otro ejercicio similar se hace colocando al frente una vela en lugar de la palma de
nuestra mano y exhalar, de tal forma que la vela no se apague y que la llama se incline
de forma constante.
Un último ejercicio de gimnasia respiratoria que podemos hacer es colocarnos en la
posición normal para cantar (relajados, parados derechos, con pies separados) y
colocar los brazos caídos. Al tiempo de ir inhalando deberemos levantar nuestros
brazos a los lados hasta una posición de cruz en el horizonte, bloquear la inhalación,
voltear las palmas de la mano hacia arriba y continuar inhalando hasta que nuestras
palmas se encuentren por encima de nuestra cabeza. En seguida, exhalemos bajando
los brazos hasta la posición de cruz, bloquear la exhalación, voltear nuestras palmas y
continuar exhalando hasta que los brazos regresen a la posición original.
Estos ejercicios los podemos hacer parte de nuestra rutina de ensayo


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